Una mañana, S.S. León XIII había celebrado la Santa Misa y estaba asistiendo a otra de agradecimiento, como le era habitual.
De pronto levanto la cabeza enérgicamente y parecía que observaba algo por encima de la cabeza del sacerdote celebrante. Miraba fijamente, sin parpadear, con un aire de terror y de maravilla, sin palabras. Algo extraño, algo grande le ocurría.
S.S. León XIII
(255 Sucesor de San Pedro)
[1878-1903]
Finalmente, volviendo en sí, con un ligero pero enérgico ademán, se levantó. Se encamino a si despacho privado. Los familiares lo siguieron con premura y ansiedad.
Le dicen en voz baja: "Santo Padre. ¿no se siente bien? ¿Necesita algo?" el sólo responde: "Nada, nada"
Se encierra en su despacho, y al cabo de media hora hace llamar al secretario de la Congregación de Ritos y, dándole un folio, le manda imprimirlo y enviarlo a todos los Obispos diocesanos del mundo.
¿Que contenía el folio?
La oración que se rezaba al final de la Santa Misa junto con el pueblo, con la súplica a María y la encendida invocación al príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios que vuelva a arrojar a Satanás a los infiernos.
Tiempo después el Papa comentaria lo que vio aquella mañana:
"Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y llevar a todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás le pidió permiso a Dios de tener 100 años para influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo"
Según otra versión:
S.S. León XIII "escuchó a Satanás pedir a Dios Padre más poder y tiempo para afligir y probar la fidelidad de su Iglesia. Y Dios en sus inescrutables designios, se lo concedió. Entonces vió legiones de demonios que salieron del Infierno, y como negras sombras invadieron toda la tierra durante un siglo"
En efecto, de un modo insólito, en 1886 por orden papal, fue expedida a los Obispos diocesanos del mundo y se ordeno rezar esta plegaria al final de todas las misas, de rodillas
Oración a San Miguel Arcángel (escrita por S.S. León XIII)
Sancte Michael Archangele, defende nos in proelio, contra nequitiam et insidias diaboli esto praesidium. Imperet illi Deus, supplices deprecamur: tuque, Princeps militiae coelestis, Satanam aliosque spiritus malignos, qui ad perditionem animarum pervagantur in mundo, divina virtute, in infernum detrude. Amen.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la milicia celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.
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