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Destrucción de la Catedral de México


Juan José Baz y Palafox, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México
Nunca pudo realizar su sueño más acariciado: demoler la Catedral de la Ciudad de México a cañonazo limpio







Fue cuatro veces gobernador del Distrito Federal, la primera a instancias de Benito Juárez

Semana Santa de 1856, a este jefe de gobierno, casi siempre furioso, le negaron rotundamente la entrada al recinto. Y no era para menos: Juan José quería participar de los oficios del Jueves Santo entrando a la Iglesia Catedral montado en su caballo.


La negativa de los sacerdotes lo sulfuró y al día siguiente, Viernes Santo, regresó con la artillería pesada (cañones), mismos que colocó y dispuso frente al atrio, mandando a la tropa a rodear el sagrado inmueble.

El pueblo reaccionó de inmediato, y en medio del fervor religioso que caracterizan tales fechas, enfureció y se amotinó frente a la Catedral. La situación, tensa y a punto de estallar, llevó a Juan José Baz a replegarse, y así, el extremista ateo se quedó con las ganas de reventar en mil pedazos la Catedral Metropolitana.

Paradojicamente:

Juan José Baz, el fanático y demagógico Jefe de Gobierno de la Ciudad de México promulgó las siguientes órdenes para dar fuerza legal y física al Gran Latrocinio:
  1. El dueño de cualquier imprenta, que clandestinamente imprima algo que tienda a contrariar la ejecución de los decretos del Gobierno, pagará 500 pesos de multa, o sufrirá un año de obras públicas y el cierre de su establecimiento.
  2. Cualquier impresor o cajista, que haga otro tanto, 200 pesos de multa o cuatro meses de obras públicas
  3. Cualquier persona que trabaje en dicho taller, 100 pesos de multa o dos meses de obras públicas
  4. Cualquier persona que intentare circular dichos escritos, los tirare por las calles o fijare en parajes públicos, un año de grillete, sin que le sirva de excusa la ignorancia del contenido de los impresos...etc (Cuevas, op. cit., V, 307)
Era en verdad la Inquisición y la libertad de prensa, pero al revés. ¡Y se llamaban "Liberales"!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenas, no voy a entrar a valorar las acciones e ideas del Sr. Juan José Baz Palafox. Pero si aclarar ciertos errores de su ascendecia noble.

Su padre Diego Baz Vicente, nace en A Guarda (Pontevedra-Galicia-España) en 1.780, era mellizo con una niña llamada Jacoba (tía del Sr. Juan José Baz). En el archivo diocesano de la catedral de Tui, podrán encontrar más información.

Sus abuelos paternos eran Gregorio Vaz Míguez y Rosalía Vizente Cadilla.

A Guarda y Tui son localidades gallegas fronterizas con Portugal; el apellido Vaz es en su forma portuguesa, mientras que la forma gallega es Baz. También Cadilla es un apellido usual en A Guarda.

Sus antepasados no son nobles, pero si gentes libres, pues A Guarda es villa de realengo desde la época del Reino de Galicia (año 1030). El último noble que ejercio derecho sobre la villa fue D. Pedro Alvarez de Soutomaior (Conde de Camiña), noble gallego-portugues, el titulo nobiliar es portugues,... Hoy no existe ese título. Camiña es la villa portuguesa que está frente A Guarda, y en el escudo heráldico municipal de A Guarda aún está presente la corona condal de ese conde.

Desde el siglo XVI A Guarda siempre ha sido tierra de marineros y pequeños comerciantes, ocasionalmente corsarios,... Gentes libres y trabajadoras. La nobleza gallega es de pequeña categoría y se les reconoce por el "Pazo":una casona rural grande, con su propia capilla, palomar,...

No cabe duda que el Sr. Diego Baz Vicente tras hacer fortuna en México, decide "ennoblecer" su abolengo,... y dada la distancia, el desconocido rincón patrio de su antepasados,... pues la mentira ha calado.

De todas formas, en este pequeño rincon de A Guarda la historia de este hijo es desconocida para la gran mayoría de sus habitantes. Pero algo de orgullo sentimos en tener de entre nuestros descendientes a un formador de la actual gran nación méxicana.

Saludos, para todos

lordcruzada@yahoo.es